Es una situación bastante frustrante ante la cual alguna que otra vez todos nos hemos visto: Me siento frente a ordenador para trabajar, conectarme a internet, jugar… Y me encuentro con que mi teclado no escribe. ¿Qué hacer en estos casos?
Las razones por las que esto nos puede pasar son variadas. Lo más común es que se trate de un bloqueo que se puede solucionar, si bien la solución adecuada dependerá de cuál haya sido la causa del mismo. Por otra parte, también cabe la posibilidad de que nuestro teclado esté dañado y no nos quede más remedio que repararlo o incluso sustituirlo por otro nuevo.
Que un teclado deje de responder de repente puede deberse a numerosos motivos: que los drivers no estén actualizados, que nosotros mismos lo hayamos bloqueado involuntariamente, que se haya interrumpido la conexión entre el teclado y el monitor, que el dispositivo haya sufrid un golpe o una avería…
Como siempre, es conveniente en primer lugar descartar las causas más obvias. Puede parecer una tontería, pero es algo que pasa con mucha frecuencia. Los modos de proceder son los que todos conocemos:
- Reiniciar el ordenador, o bien apagarlo y volverlo a encender. A veces, esto es suficiente para que cualquier mal funcionamiento de nuestro equipo se solucione.
- Revisar las conexiones. Que el cable de conexión esté bien enchufado o, en el caso de teclados inalámbricos, que la conexión vía Bluetooth esté activa.
- Comprobar las baterías, en el caso de teclados inalámbricos.
- Comprobar que no tenemos activada la tecla de bloqueo (Lock) con la que cuentan algunos modelos.
Una vez realizadas estas acciones, si el teclado sigue bloqueado, pasaremos a probar soluciones un poco más directas. Es relativamente frecuente caer en el error de provocar un bloqueo de teclado sin querer. Esto pasa cuando, de forma totalmente involuntaria, estamos intentando un atajo de teclado y nos equivocamos escogiendo la combinación incorrecta. Si, por mala suerte, esa combinación es Win + Ctrl + L (existen otras, pero esta es la más común), nos encontraremos de pronto con que el teclado no escribe.
Métodos eficaces para desbloquear el teclado
A continuación, tres métodos eficaces para desbloquear un teclado que ha sido bloqueado de forma accidental, en Windows y en Mac. Seguro que usando alguno de ellos conseguiremos resolver el problema fácilmente:
Método 1 (Windows)
Cuando el teclado no escribe y ya hemos comprobado que no se trata de un problema de conexión o batería, este es el primer método que hay que intentar: la desactivación automática de Teclas filtro de Windows. Este título tan largo oculta en realidad un truco muy simple: pulsar sobre la tecla Shift, la cual encontramos en la sección derecha del teclado. En casi todos los modelos es una tecla alargada donde aparece una flecha que señala hacia arriba.
Es necesario mantener a tecla Shift pulsada durante tres o cuatro segundos. Después de ese breve lapso de tiempo, el teclado se desbloquea como por arte de magia y ya se puede volver a utilizar.
Método 2 (Windows)
Si el método anterior no ha surtido efecto, hay que probar con el siguiente, el cual se ejecuta desde el menú de configuración del teclado. Los pasos a seguir son los siguientes:
- Primero pulsamos la tecla con el símbolo de Windows para de este modo abrir en pantalla el panel de inicio.
- Con la ayuda del ratón, vamos al Panel de Control y hacemos clic sobre él.
- Allí seleccionamos la opción «Centro de Accesibilidad».
- Después seleccionamos la opción «Facilitar uso del teclado».
- Finalmente, en esta última pantalla vamos a poder verificar que las casillas de bloqueo se encuentran desactivadas. Si están activadas, esa es probablemente la causa por la cual el teclado no escribe. Lógicamente, hay que desmarcarlas.
Método 3 (Mac)
En el caso de usar un Mac en lugar de un PC con Windows, existe un método bastante simple para volver a activar un teclado que se ha bloqueado. Este método es sobre todo muy práctico cuando el teclado se ha desconfigurado y todas o algunas de las teclas no responden.
Lo que hay que hacer es pulsar estas dos teclas de forma simultánea: Fn (Función) + F6. Hay que mantener ambas teclas pulsadas hasta que la luz (verde o naranja) que hay sobre F6 desaparezca.
Método 4 (Mac)
Otro modo de reactivar un teclado bloqueado en un Mac es este. Ya que las teclas no responden, usaremos el ratón:
- Primero vamos a «Preferencias del Sistema».
- Allí seleccionamos «Accesibilidad» y después «Teclado».
- En la opción «Hardware» debemos asegurarnos de que esté desactivada la opción «Teclas lentas».
Método 5 (Mac)
Un último truco para «desatascar» un teclado que no escribe de un Mac es este:
- Vamos a «Preferencias del Sistema» y seleccionamos la opción de «Teclado».
- Allí elegimos la opción «Fuentes de entrada».
- A continuación seleccionamos «Mostrar el menú Teclado en la barra de menús».
- En la pantalla que se despliega debemos asegurarnos de que tenemos seleccionada la distribución de teclado correcta (en nuestro caso, Español-ISO). Si no es así, la dejamos marcada.
- Para acabar y aplicar los cambios, reiniciamos nuestro Mac.
Otra posible solución: actualización de drivers
En muchas ocasiones, cuando un teclado deja de responder, la raíz del problema está en que los controladores (drivers) instalados en nuestro PC no están correctamente actualizados. Afortunadamente, esto se puede arreglar de una forma muy sencilla: simplemente hay que actualizarlos. Esto es lo que hay que hacer:
- El primer paso es la búsqueda de controladores y actualizaciones opcionales a través de Windows Update, o bien consultad la página web del fabricante.
- Cuando hayamos encontrado la actualización correcta, descargamos los controladores en nuestro equipo.
- Después abrimos el Administrador de dispositivos.
- Hacemos clic sobre la categoría controlador para expandir el menú.
- A continuación seleccionamos el controlador correspondiente a nuestro teclado utilizando el botón derecho del ratón.
- Para acabar, pulsamos el botón de «Actualizar controlador», tras lo cual solo queda seguir las instrucciones que nos dicta el asistente.
Y si nada de esto funciona…
Por desgracia, en algunos casos vamos a encontrarnos con que ninguno de los métodos y trucos explicados en este post van a funcionar. Esto sucede principalmente cuando el teclado ha sufrido un daño físico importante: un golpe o caída, líquido de alguna bebida derramado sobre el teclado o incluso un sobrecalentamiento.
Cuando se trata de daños de este tipo, no queda más remedio que acudir a un técnico de reparación especializado (sobre todo cuando se trata de un portátil) o, simplemente, olvidarse del teclado y comprar uno nuevo.
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